Dos grandes amigos deciden casarse y confían en ti para inmortalizar un día tan importante para ellos…
Esto es lo que pasó cuando Irene y Mariano me dijeron que se casaban. Querían que, a parte de como fotógrafo, que disfrutase del evento como invitado. Así que me planté mi mejor traje, enfundé mis cámaras y, ¡al ataque! Para mí no sería ningún problema ya que no es la primera vez que tengo el gusto de poder hacer en el mismo día dos de las cosas que más me gustan: acompañar a mis seres queridos en momentos tan importantes y poder inmortalizar este día tan especial para ellos, narrado desde mi propia perspectiva. Para ello decidieron celebrar su boda en Hotel Santa Ana.
Se casaron en el Ayuntamiento de Valladolid, una de las grandes joyas de la ciudad. ¡Y es que no hay más que ver las fotos! Parece un palacio.
El convite tuvo lugar en el Hotel AC Santa Ana, afincado en el histórico monasterio de Los Jerónimos a orillas del río Pisuerga. Un lugar con mucha historia ideal para seguir creando historias.
El resultado habla por sí solo: un precioso reportaje de boda con unas fotografías íntimas y llenas de emoción de las que me siento muy afortunado por haber podido realizarlas.